Aunque los grandes cambios siguen siendo necesarios, las pequeñas acciones cotidianas poseen un poder transformador cuando se multiplican. Estos “ecogestos”  -pequeñas decisiones sostenibles integradas en nuestra rutina diaria- pueden parecer insignificantes de forma individual, pero su impacto acumulativo contribuye a reducir la huella ambiental de nuestro estilo de vida. 

El hogar es el lugar perfecto para iniciarse en un estilo de vida más consciente. Si además se hace en familia, también se cultiva un valor fundamental en las futuras generaciones: el cuidado activo del medioambiente.

A continuación, te proponemos un recorrido por diferentes espacios del hogar con ideas sencillas, aplicables y efectivas para poner en práctica en familia.

 

La cocina

La cocina es uno de los lugares donde más decisiones sostenibles se pueden tomar y más impacto positivo se puede generar.

  • Reduce el consumo de envases. Eliminar el consumo de plásticos innecesarios, eligiendo utensilios y elementos reutilizables es un gran paso. 
  • Organiza un menú semanal. Esto ayuda a reducir el desperdicio de alimentos y también, permite planificar comidas equilibradas.
  • Compostaje casero. Aunque parezca complicado, existen composteras de todos los tamaños, incluso para pisos pequeños. El compostaje es una excelente manera de enseñar a los más pequeños sobre los ciclos naturales de los alimentos.
  • Utiliza electrodomésticos con eficiencia energética y desconéctalos cuando no estén en uso. Hervir solamente el agua necesaria o tapar las ollas también son actos que reducen nuestro impacto ambiental.

 

El baño

En esta estancia es donde más recursos valiosos solemos consumir sin darnos cuenta. Algunos “ecogestos” que podemos aplicar son:

  • Cambiar productos de higiene personal por opciones más sostenibles. Toallitas desmaquillantes reutilizables, cepillos de dientes de bambú o jabones sólidos son alternativas más ecológicas y menos contaminantes.
  • Instalar reductores de caudal. Son económicos y reducen notablemente el consumo de agua en la ducha o en el lavabo. Utilizar la cisterna de WC a media carga también es una excelente forma de ahorrar agua.
  • Aprovechar el agua de la ducha mientras se calienta para regar las plantas o fregar el suelo.
  • Evitar los productos de limpieza con sustancias tóxicas.

Dormitorio y armarios

El impacto ambiental en la industria textil es enorme, pero también es un ámbito donde podemos tomar decisiones más conscientes.

  • Reparar en lugar de tirar. Coser un botón, arreglar una cremallera o personalizar una prenda son formas de fomentar la creatividad y el cuidado.
  • Planificar las compras en lugar de dejarnos llevar por impulsos nos permitirá no acumular un exceso de prendas de ropa.
  • Donar todas aquellas prendas que están en buen estado, pero ya no son de nuestra talla o se alejan de nuestro estilo actual.
  • Apostar por los fondos de armario y evitar las prendas fast fashion.
  • Ventilar bien la estancia en lugar de usar ambientadores químicos.

 

Zonas comunes

En el salón, los pasillos y las zonas compartidas es donde más hábitos diarios pueden ajustarse de forma sencilla:

  • Apagar las luces y desconectar los aparatos eléctricos cuando no se usen. Muchos de ellos tienen el modo “stand by”, con el que se sigue consumiendo electricidad. Adoptar el hábito de hacer una ronda nocturna para revisar y alternar la tarea entre todos los miembros de la familia es una excelente manera de hacer partícipes también a los más pequeños.
  • Separar los residuos correctamente. Elaborar carteles visuales para su clasificación es otra forma de convertir el reciclaje en un juego que ayudará a facilitar el aprendizaje.
  • Aprovechar la luz natural el máximo tiempo posible antes de encender las lámparas.
  • Elegir con conciencia los elementos decorativos para no aumentar el consumo innecesario de elementos. Optar por textiles naturales o hacerlos en casa para fomentar la creatividad.

 

Exteriores

Aunque no todos los hogares cuentan con espacios exteriores amplios, cualquier rincón con luz puede convertirse en un punto verde.

  • Crea un pequeño huerto urbano con macetas, botellas recicladas o jardineras. Las hierbas aromáticas son una buena opción para empezar.
  • Recolecta agua de la lluvia para regar las plantas. Este pequeño gesto enseñará a los más pequeños la importancia de aprovechar los recursos.

 

Cambiar la dinámica de casa está al alcance de todas las familias y si sumamos los esfuerzos de cada hogar, los resultados serán tangibles. Además, al hacerlo en familia, logramos inculcar el valor del cuidado y el respeto a los más pequeños de casa.