La revista científica Frontiers in Endocrinology ha publicado recientemente (5/11/2019) un estudio (doi.org/10.3389/fendo.2019.00750) llevado a cabo por investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (Brasil) y el Departamento de Medicina Experimental y Clínica de la Universidad de Ancona (Italia) que evidencia la facultad de la melatonina, una hormona natural que el propio organismo secreta durante la oscuridad de la noche (principalmente por la glándula pineal), como agente terapéutico potencial para atenuar trastornos metabólicos e inflamatorios desencadenados por la obesidad. 

En esta misma línea, la revista Journal of Pineal Research ya había publicado en febrero de 2018 otro estudio (doi: 10.1111/jpi.12472) realizado por la  Universidad de Granada (UGR), el Hospital La Paz – Carlos III de Madrid y el Centro Científico de Salud de la Universidad de Texas (Estados Unidos), en el que se ponía de relieve el descubrimiento de un nuevo mecanismo molecular de los efectos anti-obesidad que tiene la administración crónica de melatonina.

Para conocer un poco más sobre esta hormona, sus beneficios y en qué alimentos podemos encontrarla, hemos entrevistado a Miguel Angel Blanco Muñoz, miembro investigador del Departamento de I+D+i de Herba Ricemills (sociedad arrocera del Grupo Ebro en España) y Doctor en Ingeniería Química.

  1. ¿Qué es la melatonina y cuál es su funcionamiento?

La melatonina es una hormona secretada por el cerebro –en concreto la glándula pineal –  que cumple múltiples funciones en el organismo humano al participar en numerosos procesos celulares y neurofisiológicos. Entre ellos, por ejemplo, destaca la regulación del sueño y el refuerzo del sistema inmune.

  1. Según recientes estudios, esta hormona está relacionada con la obesidad. ¿En qué medida?

A partir de los 30 años la producción de melatonina por el propio organismo disminuye. Por tanto, es importante empezar a cuidarnos y comer alimentos que contengan esta hormona o bien el precursor de ella, triptófano, que es un aminoácido esencial a través del cual se sintetiza en el organismo, primero transformado en serotonina y ésta en N-acetilserotonina, que es la precursora de la melatonina.

Por otra parte, el trabajo publicado por estos investigadores demuestra que el efecto anti-obesidad se realiza por 2 mecanismos termogénicos en dos dianas o tejidos debido a que la melatonina tiene la capacidad de convertir la grasa blanca subcutánea en grasa beige, y de aumentar, tanto la cantidad,como la actividad termogénica de la grasa marrón.

  1. ¿Cuáles son los alimentos que aportan melatonina?

El arroz, la avena y el maíz dulce son los alimentos con mayor contenido de melatonina por gramo, y además ofrecen una elevada concentración de vitaminas y minerales. También son fuentes de melatonina las nueces, el plátano, los tomates y las cerezas. 

  1. ¿Qué cantidades o con qué regularidad recomendarías el consumo de estos alimentos? 

Yo recomendaría una dieta variada que incluyera estos alimentos al menos una vez a la semana. 

Lo que no recomendaría serían suplementos de esta hormona sin la supervisión de un especialista médico. Hay que recordar que en España la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha retirado todos estos suplementos de melatonina del mercado al estimar que debe ser considerado como un medicamento y como tal debe superar los trámites necesarios para que sea autorizada su comercialización en nuestro país.

  1. ¿Hay momentos del día más adecuados para consumir estos alimentos si lo relacionamos con el funcionamiento de la melatonina?

La melatonina que ingerimos llega al torrente sanguíneo 30 minutos más tarde. Por tanto, los alimentos que tomamos durante la cena deberían tener más efecto sobre la regulación de los ciclos de sueño, aunque no hay ningún estudio concluyente en humanos sobre esto. 

  1. ¿Qué hábitos serían los adecuados para prevenir la obesidad?

La obesidad tiene mucho que ver con nuestra alimentación y nuestro estilo de vida. A nivel de alimentación, mi recomendación es comer “todo tipo de colores”, y volver a la dieta mediterránea. Además, la ingesta debe estar relacionada con el gasto energético que tengamos y en el momento en que lo tengamos.

Si ya se padece obesidad, aconsejo una pauta coherente de adelgazamiento, sin prisas y con el asesoramiento de un buen endocrinólogo y/o apoyada por un nutricionista.