La inflamación corporal aparece como uno de los primeros síntomas de una incipiente lesión o enfermedad. Puede presentarse como consecuencia de un golpe, del daño en fibras musculares causado por un sobreesfuerzo o de enfermedades más complejas como las articulares -artritis-, las metabólicas -obesidad y diabetes-, o las degenerativas -como el cáncer-, entre otras.

Si bien con una alimentación saludable no podemos revertir ni curar estas enfermedades, existen ciertos alimentos que, por sus propiedades, inciden en gran medida a reducir la inflamación activa, a mejorar sus efectos y a disminuir las posibilidades de que aparezcan posteriores brotes.

Alimentos con efectos antiinflamatorios

Verduras de hoja verde

Las espinacas son unas de las protagonistas de las dietas antiinflamatorias. Su consumo habitual no solo reduce la inflamación, también retrasa el avance de la osteoartritis y favorece la curación de las úlceras gástricas. Asimismo, son muy beneficiosas para la salud visual, regulan la presión arterial, fortalecen los huesos y protegen el cerebro. 

La gran versatilidad de esta verdura nos permite aprovechar todos sus nutrientes en su estado crudo y también cocidas. Entre ellos, destacan las vitaminas A, C, E y K minerales -manganeso, potasio, zinc, magnesio, hierro y calcio-, ácido fólico y betacaroteno.

El brócoli es otra de las verduras que sobresale por sus beneficios para combatir la inflamación. Entre sus componentes, se encuentra el sulforafano, una molécula que facilita la disminución de la inflamación del aparato respiratorio, el intestino, el estómago y reduce el dolor de gastritis y articular. Asimismo, este vegetal tiene propiedades anticancerígenas, antioxidantes y es un alimento muy alcalinizante.

Para poder beneficiarnos de todas sus propiedades, diferentes estudios recomiendan un consumo habitual de brócoli -no solo esporádico- y que su cocción no sea excesiva para mantener sus nutrientes. 

Frutas

La antocianina -responsable de la pigmentación roja y púrpura de frutas como las cerezas, las fresas, las frambuesas, los arándanos y las moras– tiene un gran efecto antiinflamatorio y antioxidante. Su consumo habitual es muy recomendable para aquellas personas que sufren alguna enfermedad inflamatoria.

Entre otros de sus beneficios, destacan sus propiedades anticancerígenas y anti virales, su capacidad para reforzar el sistema cardiovascular y su protección de los capilares de la retina.

Las frutas cítricas como la naranja, el pomelo, la mandarina o la piña también son una excelente opción antiinflamatoria por su alto contenido en vitaminas B y C, y minerales -potasio, fósforo, cobre y magnesio-. Por su parte, su aporte en flavonoides repara los daños celulares causados por procesos inflamatorios, evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

El aguacate es un fruto con alto contenido en vitamina E, gran aliada para proteger la membrana de nuestras células, y rico en vitamina B6, con un destacado efecto antiinflamatorio. Al ser rico en ácidos grasos monoinsaturados, también es ideal para prevenir problemas en las arterias y controlar el colesterol malo.

Pescado graso

El salmón, el atún, las sardinas, la trucha y la caballa, entre otras variedades de pescado graso, son ricas en ácidos grasos omega 3, un componente fundamental para reducir la inflamación de las articulaciones. Asimismo, sus altos contenidos en vitamina D mitigan los síntomas de enfermedades como la artrosis y la artritis reumatoide.

Frutos secos

Por su alto contenido en ácidos grasos omega 3, los frutos secos también son un alimento muy recomendable para prevenir la inflamación. De entre ellos, destacan las nueces por ser ricas en calcio, magnesio, proteínas y vitamina E, nutrientes que ayudan a reforzar el sistema inmunológico.

Especias 

Uno de los principales compuestos del azafrán es la crocina, responsable de su característico color rojizo. Su consumo tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antiproliferativos, muy eficaz para las personas que sufren dolores articulares. Además, su consumo ayuda a fortalecer el cerebro.

Otra especie con un potente efecto antiinflamatorio es la cúrcuma. Para potenciar su efecto se aconseja consumirla junto con pimienta negra y aceite de oliva. Esta especie también ayuda a mitigar el malestar de las malas digestiones, los trastornos del hígado, los gases y la colitis gástrica.

La raíz de jengibre es una planta muy utilizada en la gastronomía asiática por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. 

Ajo

La alicina, uno de sus principales componentes, posee propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias. Aliñar nuestras preparaciones con ajo, así como consumirlo en perlas, mejora nuestra circulación sanguínea, nos ayuda a disminuir la presión arterial y rebaja la inflamación de las articulaciones.