Según recientes estudios en España, aproximadamente el 40% de la población adulta -el 60% en personas mayores de 65 años- tiene la presión arterial alta.

Para poder estimar que existe hipertensión (HTA) debe darse un aumento de la presión arterial de forma crónica con valores iguales o superiores a 140 mm de Hg (mercurio) de presión sistólica y 90 mm de Hg de presión diastólica.

No existe una única causa que provoque una presión arterial alta. En ocasiones está vinculada al consumo de ciertos fármacos o a la presencia de algunas enfermedades (alteración renal, problemas con el hígado o el bazo, etc). Un exceso del consumo de alcohol o tabaco, una mala alimentación, la falta de ejercicio, el estrés, la obesidad o una dieta muy rica en sal son otros de los factores que pueden derivar en hipertensión.

Algunos de los principales síntomas son el dolor de cabeza, cierta dificultad para respirar o el sangrado nasal. Sin embargo, la hipertensión es considerada una de las enfermedades silenciosas porque muchas de las personas afectadas no notan ningún tipo de molestia. Por este motivo, se recomienda medirse la presión arterial de manera habitual.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Hipertensión Arterial el pasado 17 de mayo, hoy compartimos algunos consejos nutricionales para reducirla.

¿Qué debemos tener en cuenta para controlar la hipertensión?

Si bien en pequeñas cantidades la sal es necesaria, un exceso de ella puede provocar retención de líquidos. El excedente de sodio lleva agua a los vasos sanguíneos, aumentando el volumen total de sangre y, como consecuencia, también la presión arterial.

Una alimentación saludable y un estilo de vida activo puede ayudar a controlar y reducir la presión arterial. 

Alimentos para reducir la presión arterial

El potasio compensa el efecto del sodio sobre la distribución de los líquidos corporales, por lo que se recomienda el consumo de alimentos ricos en este mineral. Cuanto más potasio se ingiera, más sodio se eliminará a través de la orina. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, en los casos de enfermedades renales, un exceso de potasio puede ser dañino para los riñones.

Los plátanos, la pera, la sandía, las verduras de hoja verde, los aguacates o el yogur bajo en grasa son algunos de los alimentos con más cantidad de potasio.

Minerales como el calcio y el magnesio, así como ciertos compuestos fitoquímicos también son muy recomendables para aliviar la tensión de las paredes de los vasos sanguíneos. 

El ajo es un alimento con efecto antibacteriano y antifúngico. Además, actúa como vasodilatador de los capilares y las arterias y ayuda a purificar la sangre.

La cebolla tiene unas funciones similares y fomenta la buena circulación.

La canela tiene un efecto controlador del azúcar en sangre; ideal para prevenir glucemias altas -causantes de un mal funcionamiento del sistema vascular-.

El apio es un vegetal depurativo y muy diurético. Su consumo habitual favorece la eliminación de sodio por la orina y ayuda a disminuir el volumen de sangre en las arterias.

Por su alto contenido en potasio y magnesio, el agua de coco es muy beneficiosa para regular la presión arterial.

La alcachofa es rica en potasio y tiene grandes propiedades diuréticas. Su consumo ayuda a la eliminación de líquidos y a la función hepática.

La granada es rica en taninos y flavonoides: antioxidantes con grandes efectos antiinflamatorios que favorecen el relajamiento de los vasos sanguíneos.

Alimentos a evitar

El principal alimento que se debe evitar para reducir la presión arterial es la sal. Sustituirla por especias o hierbas aromáticas para sazonar los platos es un primer paso. Pimienta con zumo de limón, romero, salvia, perejil, albahaca, laurel o nuez moscada son alternativas perfectas que aportan un gran sabor a los platos.

Limitar el consumo de productos procesados y precocinados también ayudará a reducir la ingesta de sal. Para controlar la tensión se recomienda aumentar el consumo de productos frescos.

Los embutidos, los alimentos en conserva y los quesos también contienen gran cantidad de sal. Si quieres controlar tu presión arterial, su consumo debería ser esporádico.

Llevar un estilo de vida saludable, con la práctica moderada de ejercicio, un buen descanso nocturno e intentar reducir el estrés son otros aspectos que te ayudarán a controlar la presión arterial.