Actualmente podemos consumir durante todo el año una gran variedad de frutas y verduras, ya sea porque están cultivadas en invernaderos o porque las importamos de países con diferente clima. Pero ni el sabor, ni sus características organolépticas, ni el aporte nutricional es el mismo si consumimos un alimento de temporada o lo hacemos fuera de ella. Cada estación del año nos ofrece sus productos y debemos aprovechar los beneficios.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota vamos a darte algunas razones para que optes por consumir productos de temporada.

La importancia de consumir productos de temporada

 

  • Consumir dichos productos beneficia al medioambiente porque al no necesitar fertilizantes para forzar su cultivo, ahorramos en energía y emisiones de CO2. Además, si consumimos en consonancia con el clima de la época del año en la que nos encontramos, no tendremos la necesidad de importar los productos de otros países, ahorrando largas distancias de transporte y su correspondiente huella de carbono con elevado impacto ambiental, como demuestra esta investigación publicada en el Nutrition Bulletin.
  • Las frutas y verduras de temporada están en su punto óptimo de maduración, conservando todos sus nutrientes, vitaminas y minerales. Además, su sabor es mucho más intenso y delicioso que aquellos alimentos que han sido recolectados cuando todavía estaban verdes y han madurado de manera artificial en contenedores.
  • Los productos de temporada tienen un precio más económico porque su producción es natural y no se incurre en gastos extra de transporte o para forzar su producción. Por último y más importante, consumiendo productos de temporada respetamos los ciclos de la naturaleza.

 

La naturaleza nos da sus frutos en los momentos que más  pueden beneficiar a nuestra salud. La primavera es el momento para los fresones, los albaricoques, ciruelas y nísperos, alimentos que tienen un alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes. También para zanahorias y cebollas, que aunque dispongamos de ellas durante todo el año, ésta es su mejor época. Éstas, junto con las verduras de hoja verde, espárragos y rabanitos, nos ayudarán a depurar y desintoxicar órganos como el hígado o los riñones.

 

El verano es la temporada de frutas y hortalizas ricas en betacaroteno y agua, como la sandía, el melón, las fresas, ciruelas, moras y melocotones, que nos ayudarán a mantenernos hidratados en épocas calurosas y protegerán nuestra piel. Las verduras y hortalizas de esta época también son ricas en agua y bajas en calorías, como los tomates, las endivias y el pepino.  

 

En otoño encontramos higos, manzanas, membrillo, uvas… frutas llenas de vitaminas para prevenir los resfriados del cambio de temperatura. También es la mejor temporada para los boniatos, la calabaza, las acelgas, el brócoli o la coliflor; todas ellas verduras y hortalizas ricas en betacarotenos, hierro y vitamina A, ideales para prevenir anemias nutricionales.

 

El invierno es temporada de las frutas más cítricas (naranjas, mandarinas y pomelos) y las coles (lombarda, de Bruselas…), llenas de vitamina C que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico y a recuperarnos de gripes y procesos catarrales.