Si bien el verano aún no ha terminado, el final de las vacaciones cada vez está más cerca.

Para hacer esta vuelta a la rutina más suave y llevadera, en Sentirse Bien Se Nota te damos algunos consejos para que toda la familia empiece este nuevo curso escolar con energía.

La vuelta a la rutina para los más pequeños

Para que el cuerpo y la mente de los pequeños de casa se adapten bien a los cambios de rutinas, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda establecer un periodo de adaptación unos días antes de la vuelta que facilite el regreso paulatino a los horarios y obligaciones habituales.

Según los expertos, los niños necesitan dormir entre 8 y 9 horas diarias. Para adaptar el sueño al horario habitual se aconseja realizar un reajuste de forma gradual, adelantando la hora de irse a la cama en unos 10 o 15 minutos. De este modo, podremos despertarlos un poco más temprano. En cualquier caso, siempre debemos respetar los tiempos de adaptación de cada persona.

En verano, los hábitos alimentarios también sufren alteraciones, con cambios de horario, más comidas y cenas fuera de casa, dietas menos equilibradas, helados… 

Este periodo de adaptación servirá para empezar a establecer unos horarios relativamente fijos de las comidas y se puede realizar de la misma manera que con el sueño, reajustando los tiempos de forma gradual hasta llegar al mismo horario que se lleva a cabo durante el periodo escolar. 

Para realizar las comidas, es importante elegir siempre el mismo lugar y manteniendo unas sencillas normas de comportamiento. 

Durante este tiempo también se recomienda volver a las cenas ligeras y a los desayunos nutritivos. Según la AEP, un desayuno ideal debe proporcionar entre el 20% y el 35% de la ingesta energética diaria y estar compuesto por cereales, fruta fresca y lácteos para ser un buen aporte de energía, vitaminas y proteínas.

La mayoría de los niños no toleran bien los cambios bruscos. Para evitarlos, se aconseja introducir poco a poco ciertas actividades que les acerquen a su nueva rutina. En este sentido, reducir tiempo de ocio por más momentos de lectura o refuerzo escolar son buenas opciones para empezar a activar más su mente de cara a las futuras jornadas escolares.

Asimismo, para encarar mejor el nuevo curso es importante hacerles partícipes del proceso. Una mayor implicación hará que vivan esta etapa con más ilusión. Para ello, pueden involucrarse en los preparativos de la vuelta al colegio, eligiendo su propio material escolar o participando en la elección de las actividades extraescolares.

La vuelta a la rutina para los adultos

Los adultos no estamos exentos de esta vuelta a la rutina ni de sus efectos. El conocido síndrome postvacacional es el proceso de vuelta a las obligaciones diarias y cambios de hábitos que, si bien algunas personas viven con ilusión, otras tienden a sufrir apatía y estrés.

Para combatir este estado o prevenir sus efectos negativos, los expertos recomiendan que la vuelta al trabajo sea paulatina, empezando por las tareas más gratificantes y a un ritmo suave que permita que nuestra mente se vaya adaptando sin estrés. Asimismo, se aconseja no llenar mucho la agenda de tareas para no vivir la sensación de no llegar a todo.

La organización en casa y en el trabajo facilitará la vuelta y eliminará otro posible factor de estrés. 

El descanso es un factor esencial en el proceso de vuelta al trabajo. Dormir las suficientes horas nos permitirá afrontar las nuevas actividades con energía. En este sentido, también se aconseja establecer un periodo de adaptación del sueño unos días antes de empezar con nuestra rutina para que las horas de descanso ya estén reguladas a la vuelta.

La vuelta al nuevo año escolar es un excelente momento para incorporar nuevos propósitos saludables, como la práctica de un nuevo deporte o una alimentación más sana. En Sentirse Bien Se Nota encontrarás muchos consejos para incorporar hábitos saludables en este nuevo curso.