La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. No solo impacta los niveles de glucosa en sangre, sino que también puede influir significativamente en la calidad de vida. Adoptar hábitos saludables es fundamental para sobrellevar esta condición y mejorar el bienestar general. En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, compartimos algunos hábitos y estrategias prácticas para ayudar a las personas con diabetes a llevar una vida plena y saludable.

 

Nutrición y hábitos alimenticios

La alimentación es uno de los pilares fundamentales en el control de la diabetes. Si bien la dieta recomendada para personas que sufren esta enfermedad no difiere de la que debería seguir la población general -una alimentación nutritiva y saludable-, el factor diferencial reside en encontrar un equilibrio entre los alimentos y la medicación, que les permita controlar sus niveles de glucosa.

 

Elige alimentos nutritivos

Optar por alimentos sanos y nutritivos es fundamental. Las frutas, las verduras, los granos enteros y las proteínas magras deben ser la base de la alimentación. Su consumo no sólo proporciona la energía necesaria, sino que también ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre.

 

Controla las porciones

Controlar las porciones que se consumen es un aspecto clave para regular los niveles de glucosa. Usar platos más pequeños y pesar las porciones puede ser beneficioso para evitar un consumo excesivo. También es muy recomendable prestar atención a las señales de saciedad que nos proporciona el cuerpo para evitar comer de más.

 

Incluye carbohidratos

Los carbohidratos de calidad son una importante fuente de energía. Aquellos que son complejos tienen un índice glucémico más bajo y su digestión es más lenta, lo que previene de sufrir picos de insulina.

 

Planifica las comidas

Un menú semanal, con opciones variadas y balanceadas, es una herramienta ideal para equilibrar la alimentación y controlar las porciones. Además, es una medida preventiva para picar o comer por antojos.

 

Ejercicio físico

Practicar actividad física de manera regular es otro de los pilares para controlar la diabetes. No solo es beneficioso para mantener un peso óptimo, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina y promueve la salud cardiovascular.

 

Encuentra actividades que disfrutes

Elegir aquellas actividades que nos resulten más agradables o divertidas nos facilitará ser constantes en la práctica. Por contra, si lo percibimos como una obligación será más difícil mantener una rutina. 

 

Establece metas realistas

Comienza poco a poco y márcate objetivos alcanzables. Los expertos recomiendan empezar con 30 minutos de actividad física moderada cada día e ir aumentando, tanto el tiempo como la intensidad, a lo largo de las semanas.

Además de practicar algún deporte, también es importante movernos a lo largo del día. Pequeñas acciones como sustituir el ascensor por las escaleras o caminar más a menudo para los desplazamientos cortos te ayudará a ello.

 

Escucha tu cuerpo

Para saber qué necesita el cuerpo en cada momento, debemos aprender a escuchar sus señales. Si un día te pide descanso, no lo fuerces. Y, si sientes mareos o malestar, acude a un especialista.

 

Control del estrés y salud mental

La diabetes es una enfermedad que no solo afecta al cuerpo, también puede tener un impacto significativo en la salud mental. El estrés es uno de los factores que puede provocar fluctuaciones en los niveles de glucosa. Adoptar algunas prácticas o herramientas que te ayuden a controlarlo es fundamental.

 

Practica técnicas de relajación y autocuidado

Incorporar prácticas como la meditación, el yoga o la respiración profunda pueden ayudarte a regular los niveles de estrés. Estás técnicas son perfectas para calmar la mente y ayudan a mejorar la conexión entre esta y el cuerpo.

Dedicar tiempo al autocuidado, realizando actividades que te gusten y te hagan sentir bien, es otra forma de controlar los niveles de estrés. Leer, pintar o disfrutar de un paseo al aire libre son pequeñas acciones que pueden marcar una gran diferencia.

 

Establece conexiones sociales

El apoyo social es vital. Rodéate de amigos y familiares que comprendan tu situación y te ayuden en tus esfuerzos por llevar un estilo de vida saludable. También puedes barajar la posibilidad de acudir a grupos de apoyo donde puedas compartir experiencias y consejos.

Adoptar hábitos saludables no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede prevenir complicaciones asociadas a la diabetes. En nuestro blog encontrarás muchos consejos que te ayudarán a implementarlos en tu rutina diaria.