¿Sospechas que tu dieta no es del todo equilibrada? Descúbrelo con nuestros sencillos consejos y ponte manos a la obra. Vamos a revisar juntos una serie de puntos clave sobre alimentación saludable para poner a prueba tu dieta. Es importante conocer si tu cuerpo está recibiendo todos los nutrientes y vitaminas que necesita. Recuerda que mantener una dieta equilibrada es sinónimo de salud y bienestar personal. ¡Allá vamos!

La dieta equilibrada comienza en la lista de la compra. Planifica tu compra incluyendo alimentos básicos ricos en nutrientes como pasta, arroz y cereales. Los hidratos de carbono proporcionan saciedad, porque nuestro cuerpo tarda más en digerirlos y nos aportan energía.

La lista de la compra tiene que estar unida a los menús que vayas a cocinar. Es práctico y evitarás desperdicios. Cada día de la semana debe incluir elementos de todos los grupos de alimentos (cereales, carnes/pescados, lácteos y hortalizas y frutas). ¡En la variedad está el gusto!

Una vez hemos elaborado los menús y la lista de la compra, comprueba el tipo de cocciones que realizas más a menudo. Para conseguir una dieta equilibrada no debemos abusar de las cocciones ricas en aceites grasos. Por lo tanto, evita las frituras y los guisos, anímate a probar alternativas como la cocción al vapor, al horno e incluso salteados al wok.

Tu memoria, ¡tu gran aliada! No olvides consumir a diario cinco piezas de hortalizas y frutas. Parece complicado pero en una ensalada variada y una macedonia puedes reunirlas. Si necesitas ideas para elaborar tus menús y no olvidar tus cinco piezas al día, consulta 5aldia.org. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que fomenta el consumo diario de hortalizas y frutas.

Suena a tópico, pero una dieta equilibrada se consigue bebiendo agua. Es recomendable beber entre 1,5 y 2 litros de agua diaria. Evitar el consumo de bebidas gaseosas o azucaradas es la mejor opción para tu salud.

Y por último, tu mejor arma es comer de forma pausa y tranquila, dedícale al menos 40 minutos. Masticando bien ayudas a tu estómago a digerir más fácilmente los alimentos, proporcionando una sensación de mayor saciedad. Comer debe ser un placer que saborear con los cinco sentidos, concéntrate en hacerlo con calma. Si puedes, no comas de pie, mientras trabajas o viendo la tele, te restará concentración y puedes perder la noción de lo que has comido.

Ahora que ya has podido comprobar si tu dieta es equilibrada, te animamos a poner en práctica estos sencillos consejos y a seguir leyendo nuestros artículos sobre alimentación saludable. Por supuesto, puedes dejarnos un comentario contándonos tu experiencia. ¡Estaremos encantados de ayudarte!