Con el paso de los años, es habitual ir perdiendo la memoria a corto plazo y que nuestras capacidades cognitivas se vean ralentizadas. Aunque la genética es un factor determinante en la pérdida de memoria, sobre todo en casos como el Alzheimer, el llevar un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada tiene un impacto positivo en nuestra capacidad memorística.

Diferentes estudios han demostrado que la alimentación es clave para la salud de nuestro cerebro y que existe una relación entre la obesidad y los trastornos cognitivos         -pérdida de memoria, disminución de la capacidad de reacción, lentitud al interrelacionar datos, menor concentración, entre otras-. 

La principal fuente de energía del cerebro es la glucosa, presente en los hidratos de carbono. Para su correcto funcionamiento, también son necesarios los ácidos grasos omega-3, diferentes aminoácidos -presentes en las proteínas- y las vitaminas del grupo B. Por sus propiedades antioxidantes, existen ciertos alimentos que protegen la salud de las neuronas y estimulan la memoria. 

Alimentos para un cerebro saludable

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales tienen propiedades antiinflamatorias que intervienen en la protección y el buen estado del cerebro. Al no ser segregados por nuestro organismo de manera natural, debemos incorporarlos mediante la alimentación.

Los alimentos ricos en ácidos omega-3 han demostrado tener efecto anti-placas de amiloide y de tau -proteínas causantes de la formación de placas seniles-, así como prevenir ciertos casos de Alzheimer. En cantidades adecuadas, estos alimentos actúan a favor de nuestra salud cognitiva. 

Los alimentos que contienen más presencia de omega-3 son el pescado azul -en concreto el salmón, la caballa, el atún y las sardinas-, el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos -siempre que se consuman crudos-.

El aguacate, además de ser rico en ácidos omega-3, es fuente de antioxidantes. Su consumo frena el daño oxidativo, ayuda a energizar el cerebro, evitando el deterioro cerebral.

Arándanos

Los frutos del bosque, y en especial los arándanos azules, son uno de los alimentos con más propiedades antioxidantes, inhibidores naturales del daño celular causado por los radicales libres. Su consumo habitual es altamente recomendable para frenar el deterioro cognitivo.

Aunque en menor cantidad, también son ricas en antioxidantes algunas frutas como las fresas, las frambuesas, las moras, las cerezas y las uvas. En su variedad negra, estas últimas también son fuente de resveratrol, un componente que interviene en la reducción de la degeneración neuronal.

Granos enteros

Para un buen funcionamiento, el cerebro necesita aproximadamente el 20% de la energía que consumimos. Su principal fuente es la glucosa, proveniente de alimentos ricos en carbohidratos con un bajo índice glucémico.

Entre los granos enteros destacados para la buena salud cerebral encontramos la quinoa, el salvado, el arroz y la pasta integral.

Vegetales

Si bien todos los vegetales tienen propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Para la función cerebral, destacan el brócoli, rico en antioxidantes y minerales esenciales, predominando su aporte en vitamina K, responsable de mantener activa la función cerebral. El tomate -fuente de licopeno, un poderoso antioxidante que protege del daño de los radicales libres asociados a trastornos como la demencia. O, el apio -rico en luteolina, un flavonoide que interviene en la reducción del envejecimiento prematuro del cerebro-.

Chocolate negro

Por ser fuente de antioxidantes y flavonoides, el chocolate negro es otro de los alimentos recomendados para la salud cerebral. Asimismo, por su contenido en triptófano, ayuda a mejorar las emociones y la concentración.
Para poder beneficiarnos de sus propiedades debemos elegir la opción más pura, que contenga un alto porcentaje en sólidos de cacao y sin azúcares añadidos.