La Organización Mundial de la Salud elabora cada año un Informe sobre la salud en el mundo. A partir de datos como la mortalidad, la salud, la morbilidad o diferentes tipos de enfermedades, se realiza un cálculo de la esperanza de vida por países. Con una esperanza media de 82,2 años, España se encuentra en el 5º lugar de una lista encabezada por Japón, cuya media asciende a los 83,7 años.

 

¿Cuál es el secreto? Después de más de 16 años estudiando la cultura nipona, Marcos Cartagena, escritor, conferenciante y emprendedor, ha recopilado algunas de las enseñanzas aprendidas de los japoneses en el libro Sistema Hanasaki. Éste se basa en 9 pilares que, según su punto de vista, marcan la diferencia de los japoneses, y en concreto de los habitantes de Okinawa, identificada como zona azul o “paraíso de la longevidad del mundo” por el National Geographic.

 

Las claves de la longevidad nipona

 

No comer hasta saciarse

Los japoneses siguen la norma “hara hachi bu”, que literalmente se traduce como “barriga al 80%”. Según su experiencia, es ese 20% de alimentos que comemos de más los que dañan nuestro cuerpo. Llenarnos al 100%, además de provocarnos sensación de pesadez, nos resta energía porque los procesos de digestión que debemos realizar son más copiosos.

En su opinión, no seguir esta práctica es lo que determina un alto índice de obesidad, diabetes o problemas hepáticos en Occidente.

 

Comer despacio y con una correcta masticación

Desde sus primeros años de vida, los niños japoneses son instruidos para masticar de una forma correcta, con calma, para que el estómago no deba trabajar de más.

La práctica de esta premisa va unida a la primera, ya que al comer más lentamente tomaremos consciencia de la sensación de saciedad y evitaremos comer de más.

 

Si necesitas consejos para practicar este mindfoodness o quieres conocer los beneficios que te puede aportar su práctica, puedes recuperar el post sobre alimentación consciente que publicamos hace algunos meses.

 

No ingerir demasiadas calorías

Según datos de la FAO, la media de calorías diarias consumidas en España es de 3.183, mientras que la media en Japón se sitúa en 2.719. Los gerontólogos que estudian la longevidad en el país nipón determinan que estas calorías ingeridas de menos son uno de los factores que explican su buen estado de salud.

 

Hidratos de carbono de asimilación lenta y proteína variada

La dieta nipona se caracteriza por contener una alta cantidad de hidratos de carbono de absorción lenta. En sus platos abundan los cereales, como el arroz o la quinoa, las hortalizas, frutas, verduras y legumbres. Además, su fuente de proteína es más variada que en Occidente, ya que consumen menos carne. La suplen por pescado, algas, soja, tofu o sopa de miso.

 

Alimentos de temporada

Los alimentos consumidos los marca el ritmo en que son producidos por la naturaleza, es decir, evitan consumir productos cultivados de manera forzada en invernaderos.

 

Aplicando esta premisa a nuestra alimentación, conseguiremos contribuir de manera positiva a mejorar la sostenibilidad del sistema alimentario, respetando el ciclo natural de producción.

 

Comer productos naturales

La esperanza de vida más elevada no se encuentra en las grandes urbes sino en las zonas más rurales, como Okinawa, donde los supermercados no son habituales y lo que prima son los pequeños comercios.

En su dieta existen muy pocos alimentos procesados o conservas.

 

Sin obsesión por las calorías

Japón es el país con menor tasa de obesidad del mundo (4%), y algo que les caracteriza es que no se obsesionan con contar calorías. Su máxima es comer variado sin prestar demasiada atención al número de calorías que ingieren.

 

Hábitos saludables

Además de sus buenos hábitos de alimentación, los japoneses siguen otras costumbres saludables que les ayudan a mantener una buena calidad de vida en edades avanzadas. Entre ellas, la práctica de deporte de una manera moderada, un estilo de vida activo, disfrutar de una buena cantidad y calidad del sueño, estar en contacto con el aire libre y darse baños en aguas termales (llamados onsen).