El consumo consciente, sostenible y responsable es la elección de productos y servicios, más allá de la calidad y el precio, por su impacto ambiental, social y por la conducta de las empresas que lo comercializan.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 es el de garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Dicho ODS alega una producción y consumo responsable, fomentando el uso eficiente de los recursos y la energía, una construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso de servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales.

Según datos de las Naciones Unidas, si la población mundial llegase a alcanzar los 9.600 millones en 2050, se necesitarían casi 3 planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener el estilo de vida actual. Solamente el 3% del agua del planeta es potable y, de ésta, el 2,5% está congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares. Contamos exclusivamente con este 0,5% restante de agua potable para todas las necesidades del ecosistema y el ser humano la contamina más rápido de lo que la naturaleza puede reciclar y purificar en ríos y lagos. Además, más de 1.000 millones de personas todavía no tienen acceso a agua potable.

Los mismos datos determinan que los hogares consumen el 29% de energía mundial,contribuyendo de este modo al 21% de las emisiones de CO2. Si toda la población mundial utilizara bombillas de bajo consumo, el mundo se ahorraría 120.000 millones de dólares al año.

Por otro lado, aunque los impactos ambientales más graves en los alimentos se producen en la fase de producción agrícola o ganadera, los hogares también influyen de manera importante en estos impactos con sus hábitos y elecciones  en el consumo de la energía utilizada para cocinar  los alimentos y en la generación de residuos. Según los datos de las Naciones Unidas, cada año un tercio de los alimentos producidos (equivalente a 1.300 millones de toneladas) termina desperdiciada.

¿Por qué es importante un consumo responsable y sostenible?

En las próximas dos décadas se espera que aumente la clase media en todo el mundo y eso influirá en la demanda de recursos naturales ya limitados. Si no cambiamos nuestra manera de consumir, los daños que sufrirá nuestro planeta pueden ser irreversibles.

Adoptando sencillos cambios en nuestra manera de consumir podemos generar un gran impacto en el conjunto de la sociedad.

Como consumidores podemos ayudar de 2 formas posibles.

1. Reducir los desechos

2. Consumir de manera responsable y sostenible siempre que sea posible.

Con el objetivo de reducir los desechos podemos practicar una cocina de aprovechamiento para evitar desperdiciar comida, reducir el consumo de plástico utilizando bolsas reutilizables, reciclando y evitando usar utensilios de un solo uso.

Tomar decisiones informadas a la hora de comprar y consumir también ayudarán a la consecución de dicho ODS. Planificar comidas y escribir listas de compra que reduzcan las compras impulsivas evitará que los alimentos se desperdicien antes de poder ser consumidos. 

Otras acciones que podemos hacer en pro del medio ambiente es elegir siempre el transporte que sea más sostenible, hacer un uso responsable de los recursos naturales tales como el agua y la energía, empezar a utilizar bolsas y recipientes reutilizables, comprar de segunda mano, donar lo que no utilicemos o consumir aquellos productos elaborados siguiendo procedimientos éticos y responsables.