El yoga y el pilates son dos disciplinas cada vez más presentes en las prácticas deportivas habituales que destacan de manera significativa por favorecer una mejora de nuestra postura corporal. Ambas disciplinas trabajan, principalmente, nuestra zona central o core, potenciando la musculatura de esta parte del cuerpo, esencial a la hora de mantener una buena alineación corporal.

De la misma manera que el yoga y el pilates comparten muchos beneficios, existen características exclusivas de cada disciplina que las diferencia. Hoy, en Sentirse Bien Se Nota, te explicamos las principales propiedades para que puedas descubrir cuál te conviene según tus objetivos.

Yoga

El yoga es una disciplina física y mental milenaria que nació en la India y tiene como objetivo lograr un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. “Yoga” es una palabra sánscrita que significa unión.

Más allá de ser una mera práctica deportiva, se puede considerar un estilo de vida propio que aporta beneficios físicos -elasticidad, tonificación, equilibrio- y mentales -nos enseña herramientas para calmarnos y ver algunas situaciones desde diferentes puntos de vista-.

Existen muchas modalidades de yoga, desde aquellas más pausadas y meditativas, como el yin yoga, hasta otras más dinámicas, como el vinyasa, o incluso aquellas que buscan un mayor trabajo corporal, como el acro-yoga o el bikram, modalidad que se practica en una sala a 40 grados de temperatura. Aquí encontrarás las principales modalidades de yoga.

Las clases de yoga suelen iniciarse con unas pequeñas prácticas respiratorias que nos ayudan a tomar conciencia de nuestro cuerpo y a crear esa unión con nuestra parte mental. De la misma manera, los últimos minutos de la sesión se dedican a la meditación para aportar a la práctica la parte espiritual.

En relación al cuerpo, las diferentes posturas o asanas practicadas durante una sesión de yoga ponen en movimiento todos los grupos musculares de nuestro cuerpo, aportándonos una buena tonificación, a la vez que nos ayuda a aumentar nuestra flexibilidad y a practicar el equilibrio.

Pilates

En comparación con el yoga, el pilates es una disciplina mucho más joven y consiste en un entrenamiento físico y mental creado por Joseph Hubertus Pilates. Según palabras del propio fundador “eres tan joven como flexible sea tu espalda”.

El método pilates nació de la propia necesidad de su creador de fortalecer su cuerpo al haber nacido como un niño débil y enfermizo. En sus inicios, este método se utilizaba principalmente como terapia de rehabilitación; pero los grandes beneficios que aporta su práctica hicieron que poco a poco se fuera estableciendo como otra alternativa más para cuidar de nuestro cuerpo.

Al igual que pasó con el yoga, del pilates también han surgido diferentes variantes, como la práctica en suspensión, con máquinas o en colchoneta. Algunas de ellas están más centradas en el trabajo de rehabilitación y otras se orientan hacia un control corporal.

¿Qué disciplina me conviene más?

Ambas disciplinas aportan muchos beneficios y no son excluyentes entre ellas. Con las dos conseguimos una mejor tonificación muscular, aumentar nuestra flexibilidad, conservar nuestras articulaciones en buen estado y mejorar nuestra postura corporal. Si optamos por practicar las dos, aquello que no nos ofrezca el pilates lo podremos encontrar en el yoga. 

Si nuestro objetivo principal está centrado en la parte corporal, la mejor opción es el pilates. Sus ejercicios tienen una mayor implicación de la fuerza muscular, centrando el trabajo principalmente en nuestro core. El pilates es un tipo de ejercicio muy energizante que activa nuestro cuerpo y favorece la producción de endorfinas.

Si lo que buscamos es aprender también a calmar la mente, aprender a respirar mejor e iniciarnos en la meditación, sin duda, deberemos optar por el yoga. Las posturas realizadas invitan a la relajación, liberando energía a través de sus asanas estáticas, reseteando y desintoxicando nuestro cuerpo.