El yoga es una disciplina física y mental que nació en la India y cuyo objetivo es equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu. Su nombre proviene del sánscrito y significa unión.

El yoga consiste en la práctica de una secuencia de posturas denominadas “asanas” que permiten trabajar nuestra fuerza, elasticidad y equilibrio. Además, también contempla momentos de relajación y meditación que pueden ayudarnos a lidiar con nuestro estrés.

Esta disciplina milenaria se ha extendido por todo el mundo y ha ido evolucionando dando lugar a diferentes tipos de yoga, algunos con más antigüedad que otros y con diferentes beneficios.

En Sentirse Bien Se Nota vamos a explicarte algunos de los estilos de yoga que puedes encontrar fácilmente en los centros deportivos, para que puedas elegir aquel que se adapte mejor a tus objetivos.

 

HATHA

Hatha es el tipo de yoga más conocido y practicado. Las clases consisten en la realización de asanas intercalando momentos de relajación y una buena respiración durante todo el ejercicio. Dependiendo de nuestro nivel, las asanas tendrán menor o mayor dificultad.

Si quieres iniciarte en la práctica del yoga, esta es una de las variantes más recomendadas.

 

ASHTANGA

A diferencia del anterior, el Ashtanga yoga es muy dinámico y está recomendado para personas con buena condición física.

Consiste en la práctica de una misma secuencia de asanas que se conocen como series. A medida que avancemos en nuestro aprendizaje también lo haremos en las series, hasta poder completar las seis que existen.

En el Ashtanga la respiración también tiene un papel fundamental, ya que el paso de una asana a otra va ligado al número de respiraciones realizadas.

 

BIKRAM

El Bikram es una de las variantes del yoga más modernas y a la vez más alejadas de su filosofía. Esta práctica se centra totalmente en la parte física dejando de lado la relajación y consiste en la realización de diferentes posturas durante 90 minutos, a una temperatura de 40º aproximadamente. Tanto por la duración como por las condiciones, este tipo de yoga es muy intenso y se recomienda tener muy buena condición física antes de practicarlo. No se aconseja su práctica a personas que sufran de problemas cardíacos.

 

VINYASA

El Vinyasa es una de las modalidades más antiguas del yoga y podríamos considerarla una evolución del Hatha yoga, pero con un mayor  dinamismo en las asanas y una secuencia más fluida a través de la respiración.

Si lo que buscas es realizar una importante actividad cardiovascular sin olvidar todos los beneficios que aporta la relajación, este es uno de los estilos que debes considerar.

 

IYENGAR

Esta variante es otra perfecta introducción al yoga debido a que los movimientos son lentos pero intensos. El Iyengar se centra en la precisión postural y pone énfasis en la correcta alineación del cuerpo. En su práctica es usual utilizar accesorios como cuerdas, mantas o bloques.

Con esta modalidad conseguirás mejorar tu postura, tonificar los músculos y liberar estrés.

 

YIN YOGA

El Yin Yoga es un estilo derivado del Hatha que tiene como objetivo liberar músculos y tendones rejuveneciendo los tejidos conectivos (fascia). Su práctica consiste en mantener las posturas entre 3 y 8 minutos, estirando músculos a la vez que calmamos la mente. Este tipo de yoga calma el sistema nervioso y produce un efecto similar al que experimentamos cuando recibimos un masaje, sin activar los músculos. Si quieres una actividad más intensa, este tipo de yoga no sería el adecuado para ti.

 

¡Anímate a incorporar cualquiera de estas disciplinas milenarias a tus hábitos saludables!