Las vacaciones van llegando a su fin…Y, aunque los días de descanso y diversión queden atrás, planificar bien los próximos meses nos ayudará a empezar este nuevo curso con motivación y alegría.   

¡Hoy compartimos algunos consejos para que puedas organizarte y aprovecharlo bien!

Deporte

Después de unas semanas de descanso, volver a la práctica deportiva puede resultar difícil. El ritmo más pausado de las primeras semanas, volver a hacer un hueco en la agenda o las temidas agujetas son algunos de los factores que pueden afectar a nuestra motivación inicial. 

Para combatirlo, toma conciencia de que el cuerpo necesitará unas semanas para alcanzar su estado habitual. Lo más recomendable es empezar los primeros entrenamientos poco a poco y, paulatinamente, ir aumentando la intensidad.

Practicar deporte de manera regular es uno de los hábitos saludables más costosos de mantener en el tiempo. Si este es tu caso, la entrada del nuevo curso es un excelente momento para iniciarlo. Prueba varios deportes y elige el que te divierta más; en caso contrario será más fácil perder la motivación inicial.

Marcarse retos deportivos es otra forma de mantener la motivación. Correr una carrera popular de 10km, lograr nadar 1.500 metros a final de curso, escalar una montaña que suponga un retos, incluso hacer el Camino de Santiago son algunos hitos que requieren planificación y entrenamientos constantes. ¡Elige uno!

Además, practicar deporte en compañía te ayudará a persistir los días en los que te falte motivación.

Momentos para ti

Cada vez son más los expertos que acentúan la importancia de dedicar tiempo a uno mismo para poder conocerse, aceptarse y realizar mejores elecciones vitales. Si no aprendemos a escucharnos, difícilmente sabremos qué necesitamos.

Para que las obligaciones laborales, familiares y del hogar no llenen toda nuestra agenda, es importante guardarse momentos para uno mismo. De lo contrario, nuestro bienestar emocional puede sentirse perjudicado con sentimientos de frustración y apatía.

Socializa

Cuidar las relaciones es otro factor clave para nuestra salud emocional. Disfrutar de momentos placenteros con personas queridas nos nutre emocionalmente, aumenta la segregación de endorfinas y tiene un efecto directo en los niveles de oxitocina de nuestro cuerpo. Asimismo, fomenta nuestro sentimiento de pertenencia, reduce el estrés, estimula el cerebro, genera mayor seguridad y aumenta la empatía.

Aunque con el otoño llegan unos meses de cierta tendencia al recogimiento, buscar planes semanales para compartir momentos con otras personas, ya sea afterworks, cenas con amigos o actividades grupales -cursos de fotografía, clases de cerámica, etc-, te ayudará a mantenerte en un estado emocional positivo. 

Explora tu creatividad

La creatividad es fundamental para nuestro bienestar: nos permite encontrar soluciones a problemas cotidianos y mejora nuestro entorno, nos da flexibilidad mental para adaptarnos mejor a los cambios y nos ayuda a desarrollar un pensamiento divergente. 

Fomentar la creatividad puede mejorar nuestra calidad de vida. Para ello, te recomendamos que este curso busques actividades que te permitan dejar volar tu imaginación, desconectes del estado de piloto automático para probar cosas nuevas, observes lo que te rodea y te dejes sorprender por la vida.

Llena este curso de pequeños placeres

Si aplazamos los planes divertidos y las actividades que nos gustan para cuando tengamos vacaciones, corremos el riesgo de llegar al mes de julio sin prácticamente energía.

Las actividades placenteras son el motor de un estado de felicidad. Realizarlas afecta directamente a nuestra salud emocional, son beneficiosas para cuerpo y mente, nos permiten desconectar de la rutina y reducen el estrés.

Las escapadas de fin de semana, las noches de teatro, incorporar un nuevo hobbie y permitirse un capricho de vez en cuando puede ser la mejor manera de no echar en falta estas pasadas vacaciones.