Después de unas semanas de flexibilidad y más permisibilidad en nuestras comidas, para muchas personas retomar la alimentación saludable es uno de los principales objetivos de la vuelta de vacaciones.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota te damos algunos consejos para recuperar la normalidad en tus hábitos alimentarios.

Dieta mediterránea

Las comidas fuera de casa, los posibles excesos y algunos caprichos de verano pueden provocar un desequilibrio en nuestra alimentación. Si bien flexibilizar nuestra dieta durante las vacaciones es comprensible y en ocasiones recomendable, es importante reequilibrar nuestro aporte nutricional a la vuelta. De esta manera, recuperaremos nuestros hábitos saludables.

Diferentes estudios avalan la dieta mediterránea como una de las más saludables. Esta dieta está basada principalmente en consumir cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pescado rico en ácidos grasos Omega-3 y productos lácteos. Entre sus beneficios, destaca el mejor funcionamiento de diversos órganos -principalmente el corazón y los riñones-, reduce la posibilidad de padecer diabetes, evita el envejecimiento prematuro de las células y ayuda a controlar el sobrepeso.

Los expertos recomiendan consumir raciones moderadas más veces al día, en lugar de realizar pocas comidas que sean más abundantes.

Para lograr equilibrar la ingesta con todos los nutrientes necesarios, el plato de Harvard es uno de los métodos más fáciles de seguir. Este método consiste en repartir los alimentos en un plato de manera visual para poder equilibrar los alimentos de una manera óptima.

Organización

La organización es fundamental para recuperar fácilmente una dieta saludable. Planificar los menús de manera semanal garantizará un equilibrio de nutrientes. En caso contrario, la falta de tiempo y la improvisación pueden llevarnos a picotear o a comer cualquier cosa rápida de preparar.

Escribir una lista previa para la compra facilita que aquellos alimentos elegidos sean saludables y nos evita caer en tentaciones poco saludables. 

Los planes fuera de casa, las vacaciones y los viajes pueden haber alterado nuestros horarios, por lo es recomendable retomar los horarios de comidas habituales. Esta es la mejor manera para evitar llegar a la siguiente comida con demasiada hambre o picar entre horas.

Y en cuanto al picoteo, recuerda que retomar tus hábitos alimentarios no implica estar a dieta ni reducir tu ingesta diaria. Aun así, si quieres comer entre horas, mejor optar por aquellos alimentos que sean saludables, como fruta o frutos secos. Tenerlo presente al realizar la lista de la compra te ayudará.

Productos de temporada

En septiembre todavía encontramos las frutas y las verduras más tardías del verano mientras los estantes de las tiendas ya se van llenando de nuevos alimentos de la temporada que está a punto de empezar. A los melocotones, las nectarinas y las peras de verano se le suman los higos, las uvas, las moras y los mangos. Además, empieza la larga temporada de las manzanas, uno de los alimentos más beneficiosos para nuestro aparato digestivo. 

Consumir productos de temporada te permitirá hacer una transición paulatina y menos brusca de nuestra alimentación.

Según la medicina tradicional china, este verano tardío es conocido como la quinta estación y está enfocado a cuidar el estómago, el bazo y el páncreas; los órganos del aparato digestivo. Al pasar de una temporada de descanso y desconexión a otra con un ritmo más acelerado, la digestión tiende a resentirse, por lo que es fundamental elegir alimentos que beneficien este proceso.

Hidratación

Una buena hidratación es fundamental para la salud: necesaria para un buen funcionamiento del aparato digestivo -favorece el tránsito intestinal-, esencial para el aparato respiratorio -mantiene las mucosas y la garganta hidratadas, y disminuye la probabilidad de infecciones virales- y mantiene las funciones cognitivas -para un buen funcionamiento del cerebro, la hidratación es esencial-. Asimismo, es muy beneficioso para evitar la retención de líquidos.

Si durante este verano has optado por refrescos, bebidas alcohólicas y azucaradas, ha llegado el momento de reducir su consumo por agua, caldos e infusiones. Los expertos recomiendan ingerir un mínimo de 2 litros diarios.