El 18 de enero la Fundación SERES organizó una sesión de trabajo sobre la extensión de las políticas de RSE a los proveedores de la mano de Telefónica. Emmanuel Duffaut, Responsable de Sostenibilidad de la División Arrocera del Grupo Ebro, ha participado en el evento y ha explicado cómo se aborda el reto del binomio RSE y proveedores, la percepción que tienen de estas acciones los inversores y de qué manera pueden aliarse las compañías para evaluar a sus proveedores.

Emmanuel Duffaut en el coloquio dio respuesta a varias cuestiones planteadas por Miguel Laloma de Fundación SERES. A la pregunta ¿cómo aborda el análisis de riesgos de la cadena de suministros de Grupo Ebro? Emmanuel Duffaut contestó «en nuestro caso, la cadena de suministro es relativamente sencilla y directa con 2 tipos de proveedores principales: agricultores (arroz 70%) e industriales (arroz 30%/packaging/etc.). Para definir los riesgos/impactos nos basamos en la información sectorial disponible públicamente (ya muy amplia), usamos evaluación contra estándares de RSC/sostenibilidad, análisis de ciclo de vida (medioambiente), en el sector y la ubicación geográfica del proveedor (legislación, 3rd world, etc).»

Miguel Laloma hizo hincapié en que el sector de la alimentación también se enfrenta a problemas relacionados con el medioambiente y la gestión sanitaria de los alimentos. Y preguntó si ha servido de algo la experiencia del sector textil, y a la vez si se trabaja en esos asuntos evaluando los riesgos que se pueden correr en la gestión de los empleados: condiciones laborales, salarios,…?

Emmanuel Duffaut respondió «los problemas encontrados por el sector textil solo han servido para reforzar nuestra convicción de que tenemos que trabajar hacia una cadena de suministro lo más sostenible posible. Está claro que en una cadena de suministro la gestión de los proveedores representa riesgos reputacionales, económicos y legales. Por ello, por una parte, estamos colaborando con agricultores en nuestras zonas de abastecimiento para implantar estándares de agricultura sostenible, y, por otra parte, hemos iniciado un programa de monitorización de nuestros proveedores industriales a través de auditorías éticas/sociales usando la plataforma Sedex.»

Seguidamente compartimos las conclusiones de Fundación SERES sobre la jornada.

Se acrecienta la necesidad de crear un plan para extender las políticas de RSE en su cadena de valor

La cadena de suministro incluye a todas las empresas involucradas en la producción, distribución, manejo, almacenamiento y comercialización de un producto y sus componentes. Implica a múltiples agentes: proveedores, fabricantes, distribuidores, transportistas, minoristas. David Blanchard, autor de Mejores prácticas de gestión de la cadena de suministro, define la cadena de suministro como la secuencia de eventos que cubren el ciclo de vida completo de un producto o servicio desde el momento en que se concibe hasta su consumo.

De esta manera, la gestión óptima y eficiente de la cadena de suministro juega un papel clave en las grandes empresas, ya que muchas entidades participan y sus acciones individuales y sus interacciones con otros agentes influyen en el resultado final y en un impacto directo en los consumidores. Una buena administración también mejorará las condiciones de vida y de trabajo de las personas involucradas en la cadena de suministro, lo que afectará directamente la calidad del producto/servicio ofrecido a los clientes.

Además, la identificación y gestión de los riesgos asociados a la cadena de suministro son una responsabilidad inherente de cada empresa, tal como se expresa en los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de la ONU1 , con el objetivo de prevenir reduciendo cualquier vulnerabilidad y asegurando una continuidad eficiente en la cadena de suministro.

La relevancia, que tiene para las empresas las acciones de RSE extendidas hacia los proveedores, ha sido constatada por el IV Informe del impacto social de las empresas. En este informe se evalúa el impacto que tienen las acciones de RSE, entre otros temas, se mide la influencia externa que las empresas pueden tener en sus grupos de interés (sociedad, clientes, proveedores, aliados, etc.), se demuestra un creciente interés por extender las prácticas de RSE más allá de la propia empresa.

Respecto de los proveedores se observa que el 76% de las compañías analizadas dispone de un plan para extender las políticas de RSE en su cadena de valor, lo cual resalta el compromiso de las empresas con esta labor. Este porcentaje ha aumentado 16 puntos porcentuales respecto al III Informe del impacto social de las empresas, lo que denota la importancia creciente de esta práctica orientada a ampliar el calado de la RSE tanto a proveedores como a clientes.

Pero la evaluación y el seguimiento de las prácticas de los proveedores en todo el mundo plantea desafíos como:

  • Diversidad geográfica: las empresas a menudo trabajan con proveedores basados en países con diferencias en los marcos legislativos y estándares mínimos.
  • Amplitud: las bases de suministro cubren cientos de categorías de compras, con diferentes combinaciones de riesgos.
  • Profundidad del análisis de criterios: muchas áreas de impacto se pueden tener en cuenta cuando se evalúa la sostenibilidad de una cadena de valor (aspectos ambientales, derechos humanos y sociales, ética y prácticas comerciales leales, etc.), y en ocasiones es difícil decidir hasta qué punto una empresa puede controlar o evaluar de manera eficiente toda la cadena de valor, particularmente los proveedores de segundo y tercer nivel.

Lo que está claro es que la sostenibilidad de la cadena de suministro de una empresa está bajo mayor escrutinio por parte de legisladores y partes interesadas (Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos España3, Ley Antiesclavitud del Reino Unido4, Reglamento de Minerales en Conflicto5, entre otros) y está evolucionando rápidamente a una función comercial estratégica, que puede contribuir a una reducción de costos, productividad, riesgo comercial mitigado, y la protección y mejora de la reputación de la marca, o incluso la conducción de los ingresos y el apoyo de la innovación y el crecimiento.