Desde Grupo Ebro, en el marco de nuestra Responsabilidad Social Corporativa, hemos adquirido el compromiso de fomentar y difundir hábitos de alimentación saludable en la sociedad. Es por ello que hoy en Sentirse Bien Se Nota te ofrecemos información sobre la importancia de seguir las recomendaciones que establece la pirámide alimentaria para procurar una correcta alimentación a nuestros hijos. Seguir una adecuada alimentación en la etapa infantil evitará el sobrepeso y la obesidad, por lo tanto una dieta nutricionalmente equilibrada es prioritaria.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.»

Sin lugar a dudas, la dieta es uno de los aspectos que más hay que cuidar en los niños para fomentar su correcto crecimiento. Y es que, por ejemplo, el déficit de hidratos de carbono se manifiesta en la salud infantil con fatiga, inapetencia y falta de energía. Por lo tanto, es importante que conozcas las proporciones de alimentos que debes ofrecer a tus hijos. ¿Cómo? Puedes ayudarles a comer adecuadamente utilizando un sencillo recurso: la pirámide alimentaria. Este tradicional método está adaptado a sus necesidades de crecimiento.

Pirámide nutricional

Se trata de una representación en forma piramidal dividida en cinco apartados, en cada uno de ellos se encuentra un conjunto de alimentos. En la base encontramos el agua, cuya ingesta diaria debería rondar como mínimo los seis vasos, y en el siguiente nivel los alimentos que deben ingerirse con frecuencia, como son los cereales, el arroz, las patatas, la pasta, etc., los denominados hidratos de carbono. La frecuencia de su consumo está íntimamente ligado también al desarrollo de actividad física.

En el tercer nivel, se encuentran las frutas, las hortalizas y las verduras que también deben tomarse de manera muy frecuente. Su consumo diario debe ser de al menos 5 raciones, por su aportación en fibra, vitaminas y minerales.

En el siguiente escalón localizamos las carnes magras, las aves, el pescado, los huevos y las proteínas de origen vegetal como las legumbres; también los productos lácteos y sus derivados, y los frutos secos; todos ellos con una recomendación de dos a tres raciones diarias.. Su aportación en calcio, vitaminas, cinc y fósforo son importantes para el organismo y el proceso de crecimiento de los niños.

Subiendo un peldaño, están las carnes rojas y procesadas (como los embutidos), cuyo consumo debe ser opcional y moderado. Y en ese mismo escalón encontraríamos los dulces, snacks salados, alimentos untables ricos en grasas saturadas, azúcar refinado, etc, productos con numerosas calorías que no aportan a nivel nutritivo grandes beneficios, y que por lo tanto, es mejor reducir su ingesta.

Finalmente, en la cúspide, se incluyen los suplementos nutricionales, como la vitamina C y los folatos, cuya consumición debe ser individualizada y siempre recomendada bajo la supervisión de un profesional.

Pautas para una correcta alimentación infantil y familiar

Queremos trasladarte las recomendaciones de la OMS con el objetivo de luchar contra la obesidad infantil y lograr un equilibrio calórico que se mantenga a lo largo de toda la vida:

– Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.

– Reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas.

– Reducir la ingesta de azúcares.

– Mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas. Para controlar el peso puede ser necesaria una mayor actividad física.