Según datos facilitados por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop), España es el séptimo país de la Unión Europea que más alimentos desperdicia, un total de 7,7 millones de toneladas. Según la misma fuente, cada familia española tira a la basura una media de 250 euros anuales en comida.

La celebración de la 1ª Semana contra el Desperdicio Alimentario, iniciativa impulsada por AECOC (la Asociación de Empresas del Gran Consumo), y en la que han participado más de 450 empresas, entre ellas Ebro Foods, ha puesto en común un gran número de buenas prácticas para poder disminuir la cifra de despilfarro en toda la cadena alimentaria.

Dado que es en los hogares donde se produce la mayor proporción de desperdicio de alimentos, hoy en el blog de Sentirse Bien Se Nota queremos compartir algunos de los aprendizajes de esta Primera Semana contra el Desperdicio Alimentario.

 

Momento de hacer la compra

Planificar la compra es uno de los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta para evitar el despilfarro alimentario. Antes de ir a comprar debemos revisar nuestra nevera, congelador y despensa, y realizar una lista de los ingredientes que vamos a necesitar a lo largo de la semana. Esto nos ayudará a evitar comprar por comprar.

Sin planificación, fácilmente acabaremos comprando alimentos que no necesitamos o que no nos va a dar tiempo a utilizar antes de que se echen a perder.

 

Organización

En ocasiones, acabamos tirando a la basura muchos alimentos porque no sabemos conservarlos correctamente. Al llenar la nevera debemos colocar los huevos, las frutas, las verduras y legumbres frescas en las zonas de temperaturas entre 6 y 10 grados. La carne, el pescado y los postres lácteos deberán estar en las zonas de menos de 4 grados para que aguanten más tiempo en buenas condiciones.

A la hora de organizar la despensa debemos tener en cuenta situar en las primeras posiciones los productos con fechas de consumo preferente y de caducidad más cercanas para consumirlos antes y que no queden olvidados en un rincón.

En relación a lo comentado anteriormente, para evitar el desperdicio de comida es esencial conocer la diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidad. Pasada la fecha de consumo preferente puede ser que el aroma, la textura o el sabor del alimento no sea el ideal pero su consumo continúa siendo seguro, solo deberemos prestar más atención a posibles cambios.

En contra, si la fecha es la de caducidad significa que una vez haya pasado el día indicado, consumir el producto puede conllevar algún riesgo para nuestra salud.

Como recomendación, antes de tirar cualquier resto de comida es conveniente intentar realizar otras elaboraciones. Si quieres algunas ideas puedes consultar nuestro post sobre cocina de aprovechamiento dónde encontrarás buenos consejos.

 

Comer fuera de casa

En el sector de la restauración también se produce gran parte del desperdicio alimentario pero podemos ayudar a que disminuya con algunas pequeñas acciones:

 

  • A la hora de pedir las raciones debemos tener en cuenta el apetito real y el número de comensales y pedir lo justo. Siempre estamos a tiempo de ampliar la comanda si nos quedamos con hambre, así evitamos que queden restos de comida en los platos.
  • Pero en el caso de que estos restos existan, podemos pedir que nos pongan las sobras para llevar.