Una alimentación equilibrada y saludable es muy importante para el correcto desarrollo de los niños, pero es probable que no todos tengan la misma predisposición para comer variado y probar nuevos alimentos ajenos a sus costumbres alimentarias.

Hoy en Sentirse Bien Se Nota queremos compartir contigo algunos consejos para que el momento de las comida en familia sea agradable y despierte la curiosidad de los más pequeños.

 

Experimentar con la comida

La textura de un alimento juega un papel importante. Según un estudio de la Universidad de Maastricht (Holanda) publicado en Appetite, revista científica especializada en la influencia de la comida, “una textura pegajosa, crujiente, blanda, pastosa o con grumos puede ser un factor de rechazo por parte de los niños”.

La investigación consistió en formar dos grupos de niños con edades de entre 3 y 10 años. Al primero se le facilitó una gelatina incolora e insípida y al segundo, un juego de mesa. Posteriormente, a todos los niños se les dio a probar tres postres: un yogur de fresa suave, un yogur con trozos de fruta y una gelatina de fresa. El grupo que previamente había estado en contacto con la gelatina consumió más cantidad que el otro.

Según concluyó dicho estudio, dejar que los pequeños estén en contacto con la comida ayuda a que quieran añadir nuevos alimentos a su dieta. En este sentido, animar a los niños para que participen en la elaboración de los platos alentará una mayor predisposición a comerlos.

 

Contexto social

Según varios estudios realizados por investigadores franceses y publicados en la misma revista científica Appetite, el sabor de la comida no es el único factor que interviene en su actitud respecto a determinados alimentos, también adquiere especial relevancia su compañía y las interacciones sociales.

 

Imitación

Los más pequeños suelen imitar comportamientos, por eso es tan importante que vean a los padres alimentarse de manera saludable. Sin embargo, según un estudio realizado en 1980 por la experta en alimentación infantil, Leann L. Birch, los niños no solo imitan  a sus padres sino también a quienes consideran similares a ellos. Así, en su estudio demostró que un grupo de niños empezó a ingerir vegetales al estar compartiéndolos con otro colectivo de su misma edad.

 

Evitar comer entre horas

Dejar que los niños piquen entre horas facilitará que lleguen con menos apetito al momento de las comidas. Los snacks, galletitas y chocolatinas que nos reclaman a deshoras los podemos ofrecer en forma de postre y utilizarlos como aliciente para que terminen de comer lo que tienen en el plato. Una forma de evitar este reclamo de snacks es procurando que los niños coman siempre en la mesa familiar y no en otras estancias de la casa, como la habitación o frente al televisor.

 

¿Tienes algún truco más para que tus niños coman de todo o hay algún alimento que se les resista? Cuéntanoslo en los comentarios.