Después del éxito de la primera edición, entre el 21 y el 28 de septiembre se celebró la 2ª Semana Contra el Desperdicio Alimentario, una iniciativa impulsada por AECOC (la Asociación de Empresas del Gran Consumo) en la que han participado más de 500 empresas, entre ellas Ebro Foods

Bajo el lema “La alimentación no tiene desperdicio”, la iniciativa es un espacio de conocimiento donde se comparten experiencias y proyectos llevados a cabo por diferentes entidades, que pretende además concienciar a la sociedad del problema global que supone el despilfarro de alimentos y fomentar su colaboración para reducir el desperdicio generado a nivel personal. 

El año pasado compartimos algunos de los aprendizajes adquiridos al finalizar la 1ª Semana Contra el Desperdicio Alimentario. Por eso, después de esta nueva edición, en Sentirse Bien Se Nota queremos seguir ampliando la lista de consejos para lograr reducir al máximo el desperdicio alimentario en nuestros hogares.

Consejos para reducir el desperdicio alimentario

Almacenar adecuadamente los alimentos

Para que los alimentos se mantengan en un estado óptimo debemos almacenarlos adecuadamente, por eso la despensa debe reunir unos requisitos indispensables:

  • Tener capacidad suficiente para colocar los productos ordenados y a la vista. De esta manera no se desperdiciará ningún alimento que haya quedado escondido en algún rincón.
  • Ofrecer un espacio fresco, seco y con una ventilación adecuada para los alimentos que deban conservarse a temperatura ambiente. La temperatura ideal para el refrigerador es de 0 a 5 ºC y la del congelador por debajo de los -18ºC.

Hay muchos alimentos que pueden almacenarse a temperatura ambiente, como legumbres, cereales, harina, pastas, galletas, azúcar, sal, cacao, especias, conservas y bebidas sin abrir, como la leche, los refrescos y los zumos que así lo indiquen en el envase.

Las frutas y verduras también se pueden almacenar a temperatura ambiente si el lugar es fresco, seco y con una correcta ventilación. Al ser alimentos que se deterioran rápidamente, tendremos que comprobar su estado cada día y, si es necesario, pasarlos al refrigerador.

Los alimentos esterilizados también pueden conservarse a temperatura ambiente hasta que estén abiertos, será entonces cuando deban pasar al refrigerador. Por el contrario, las semiconservas y los productos pasteurizados necesitan siempre refrigeración.

Los envases nunca se han de colocar en el suelo y, si los guardamos en un armario, deben estar aislados del exterior con puertas opacas.

A la hora de organizar el almacenamiento es importante aplicar la regla “primero entra, primero sale”. Si ordenamos los envases situando los nuevos detrás nos aseguraremos de consumir antes los que tengan una fecha de caducidad más próxima.

Congelar alimentos

Para congelar los alimentos correctamente es importante utilizar recipientes adecuados y apuntar el producto y la fecha de congelación. De esta manera sabremos a simple vista qué es y su antigüedad.

Cada tipo de producto tiene sus particularidades a la hora de congelarlo:

  • La carne se debe congelar limpia, deshuesada, sin grasa y preferiblemente en porciones equivalentes a una o dos raciones para poder descongelar la cantidad necesaria.
  • Antes de congelar el pescado debemos limpiarlo, descamarlo, quitarle tripas y cabeza, y envasarlo.
  • Si las verduras se compran frescas es preferible consumirlas así para mantener al máximo sus propiedades. Si optamos por congelarlas, antes de envasarlas debemos limpiarlas y escaldarlas para eliminar las bacterias.

Para descongelar los alimentos correctamente debemos evitar los cambios bruscos de temperatura. Es recomendable empezar el proceso en la nevera para que vayan adaptándose poco a poco. Una vez descongelado, es mejor no volverlo a congelar o perderá parte de la calidad.

Comprar sin prejuicios

Cuando compramos fruta y verdura tendemos a elegir las más atractivas, pero si nadie se lleva las de peor aspecto se acaban desperdiciando en el supermercado. Las frutas y verduras tienen todas las propiedades y conservan todo su sabor independientemente de su apariencia. Al elegir las menos agraciadas evitaremos su despilfarro.

¿Tienes algunas otras ideas para evitar desperdiciar la comida? ¡Compártelas con nosotros en los comentarios!