La natación está considerada como uno de los deportes más completos que existen por ser un ejercicio aeróbico que implica trabajar dos tercios de los músculos de nuestro cuerpo. Su práctica habitual nos aporta fuerza corporal, resistencia y flexibilidad, haciendo de la natación una excelente actividad deportiva para mantenernos en forma.

Hoy en Sentirse Bien Se Nota vamos a explicarte cómo nos puede beneficiar incorporar esta práctica a nuestros hábitos saludables, y los diferentes estilos de natación que existen.

Beneficios de la natación

Impacto leve de las articulaciones

Al realizar todos los movimientos dentro del agua nuestras articulaciones y huesos no sufren ningún tipo de impacto directo contra superficies duras, por lo que se desgastan menos y se minimiza el riesgo de lesiones. La flotabilidad del agua hace de la natación una muy buena alternativa para las personas con artritis.

Mejora el sistema respiratorio y la capacidad pulmonar

Al nadar realizamos una respiración constante entre movimientos y esto beneficia nuestro sistema respiratorio, nos ayuda a aumentar la capacidad pulmonar y se limpian nuestros pulmones.

Aumenta la capacidad motriz

La coordinación requerida para practicar los movimientos de los diferentes estilos de natación favorece nuestra capacidad motriz y nuestro equilibrio, a la vez que mejora nuestro tiempo de reacción, nos aporta flexibilidad e incrementa la resistencia de nuestro cuerpo.

Reduce el estrés

Como otras prácticas deportivas, la natación relaja tensiones diarias y genera un estado de ánimo positivo. Según un estudio publicado en el National Center of Biotechnology Information, nadar aumenta la circulación sanguínea de nuestro cerebro un 14% y, principalmente, en la parte que controla el estrés.

Estilos de natación

Existen diferentes estilos que podemos practicar al nadar y, aunque de manera global todos ejercitan el cuerpo entero, cada uno de ellos tiene sus particularidades.

Crol

El crol es el más popular y el que primero se aprende en los cursillos. En este estilo, el nadador está boca abajo y avanza con brazadas alternas de ambos brazos. Para ganar impulso, y como acompañamiento a estas brazadas, se baten las piernas también de manera alterna. 

Con el crol ejercitamos principalmente los músculos dorsal ancho, pectoral, tríceps, bíceps, redondo mayor y trapecio; y en menor medida los abdominales, los glúteos y los cuádriceps.

Espalda

El estilo espalda es muy parecido al crol pero se realiza boca arriba y el movimiento de los brazos es inverso. La cabeza se debe mantener de manera que la superficie del agua quede al nivel de la nuca en todo momento. Este estilo es el más adecuado si queremos trabajar problemas de espalda y los músculos de la parte superior corporal. Los movimientos que efectuamos con las piernas inciden en trabajar los isquiotibiales y los gemelos.

Braza

A diferencia de los estilos anteriores, con la braza no existe empuje sino que los movimientos realizados son de agarre, tirón y recobro. Para practicarlo, el nadador, en posición boca abajo, extiende los brazos por delante con las manos juntas y realiza un círculo con los brazos en rotación, siempre por debajo del agua para volver a la posición inicial. Este es el único estilo en que la patada da más impulso que los brazos y, para conseguirlo, se realiza un encogimiento y estiramiento alterno de las piernas al tiempo que los brazos vuelven a la posición inicial.

Con la braza ejercitamos la parte posterior e inferior de nuestro cuerpo por igual, pero también es uno de los estilos más lentos. En la brazada participan los bíceps, tríceps, dorsal ancho, pectoral, deltoides, trapecio y romboide; y en las piernas los glúteos, cuádriceps, gemelos e isquiotibiales.

Mariposa

El estilo mariposa es el más duro, el más difícil de realizar y con el que conseguimos quemar más calorías. Colocados en posición boca abajo, para realizar la patada de este estilo debemos mover las piernas de manera simultánea y estando unidas para no perder presión. Se empieza la patada por el tronco con movimientos de cadera arriba y abajo creando un efecto latigazo con las piernas. Los brazos de mariposa son parecidos a los realizados al practicar crol pero se mueven de manera simultánea, del tronco a la cabeza por el aire y el retorno por dentro del agua.

Con este estilo se trabajan los bíceps, tríceps, dorsal, pectoral, trapecio, deltoides, cuádriceps, glúteo mayor, tibial, gemelo, abductor y suelo pélvico.

La natación es un un deporte excelente para mejorar nuestra capacidad física. ¡Anímate a practicarlo!