El periodo de exámenes puede ser uno de los momentos más estresantes para los adolescentes. La presión académica, las expectativas y el deseo de obtener buenos resultados pueden generar ansiedad y tensiones que afecten tanto a su bienestar emocional como a su desempeño académico. Ahora que el curso académico va llegando a su fin, en Sentirse Bien Se Nota, te damos algunos consejos para que puedas ofrecer un apoyo integral y efectivo a tus hijos durante esta etapa crucial.

 

Fomentar una rutina de estudio efectivas

Una rutina de estudio bien estructurada es crucial para afrontar la temporada de exámenes con confianza. Ayuda a tu hijo a establecer un calendario de estudio realista y organizado, con horarios regulares e intervalos de descanso adecuados para evitar el agotamiento. 

Asimismo, es importante que los adolescentes tomen conciencia de la importancia de llevar las tareas al día durante el curso para evitar una sobresaturación los días finales, ya que, si a un posible exceso de trabajo se le añade la presión por la falta de tiempo, aumentará el estrés.

El lugar de estudio elegido también es fundamental para una buena concentración: debe ser un espacio tranquilo, sin ruidos y libre de distracciones.

 

Descanso adecuado y hábitos de sueño saludables

El sueño juega un papel muy importante en el rendimiento académico y el bienestar de los adolescentes. Durante el mismo -y siempre que sea de calidad y reparador- se produce una limpieza de los residuos neuronales, se favorecen los procesos de atención y memoria, se consolida todo lo aprendido durante el día anterior y se mejora la estabilidad emocional.

En época de exámenes, es importante que los adolescentes prioricen una buena higiene del sueño. Algunos de los hábitos más beneficiosos son establecer una hora para acostarse, evitar el uso de dispositivos móviles un par de horas antes de ir a dormir, mantener un entorno adecuado, optar por cenas tempranas y ligeras, y dormir entre 8 y 9 horas cada día.

 

Alimentación saludable y equilibrada

Una dieta equilibrada ayuda a mantener unos altos niveles de energía y concentración, muy necesaria durante los periodos de estudio intensivo. En este sentido, es importante priorizar los alimentos ricos en vitaminas y minerales -como frutas y verduras-, y aquellos que nos aporten energía, como hidratos de carbono y proteínas.

Asimismo, existen ciertos alimentos considerados altamente recomendables porque, entre sus propiedades, protegen la salud de las neuronas y favorecen la concentración.

 

Apoyo emocional

Desde ansiedad hasta frustración, la presión de los exámenes finales puede desencadenar una gran variedad de emociones en los adolescentes. Ofrecerles un espacio seguro donde expresar sus preocupaciones o miedos es una excelente manera de calmarlas. Escúchalos de manera activa y valida sus emociones con palabras de apoyo. Una comunicación abierta hará que se sientan escuchados y comprendidos.

 

Aprender a gestionar el estrés

Sentir cierto grado de estrés durante la temporada de exámenes es inevitable. La clave está en saber manejarlo de una forma efectiva y esto lo pueden lograr con las herramientas adecuadas. Introducir en su rutina algún momento de meditación, animarlos a practicar ejercicio físico a diario y enseñarles técnicas de relajación o respiración les ayudará a reducir la ansiedad y mejorar su capacidad de concentración. Las actividades recreativas son perfectas para desconectar y recargar pilas.

 

Celebrar progresos y logros

Independientemente de los resultados obtenidos, es muy importante reconocer y celebrar el esfuerzo, el progreso y los logros obtenidos. Esto les ayudará a mantener una actitud positiva y a sentirse motivados para seguir esforzándose.